Historia institucional – Autoridades

Nuestra Historia institucional

La Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia y sus anexos es una entidad civil sin fines de lucro que desde el día en que se fundó, nunca cambió sus objetivos originales sino que, en su devenir histórico, los amplió y enriqueció hasta llegar a su presente en el que ofrece, no sólo su sala de lectura pública, sino una amplia oferta educativa que abarca todos los niveles de enseñanza.

En los comienzos del siglo 20, más precisamente el 25 de setiembre de 1904, nace  la entidad cultural por obra y gracia de un grupo de ferroviarios nucleados en la “Sociedad amigos del progreso”.

El primer presidente de la entidad, Miguel Lobo Herrera, acompañado de otros insignes y visionarios vecinos villamarienses, sentaron las bases de la entidad que durante sus primeros cuatro años de trayectoria se denominó “José Vicente de Olmos”.

Tiempo más tarde, en 1908 y por iniciativa del señor Alfredo Vitulo, presidente en aquel entonces de la biblioteca, en asamblea general de socios se decide que la institución reciba el nombre de “Bernardino Rivadavia”.

Luego de varios años de fecunda labor conjunta, en 1926 llegaría a la presidencia de la institución el Doctor Antonio Sobral, un hombre que marcaría para siempre el devenir institucional.

Con su talento creador de humanista, pedagogo, político y hombre de letras, Sobral  fue el artífice de las articulaciones con distintos centros educativos que hoy conviven al amparo de un conglomerado educativo que reúne en su seno a más 400 educadores y cerca de 5 mil alumnos.

Representante de una generación que se sentía portadora de un mensaje nuevo, destinado a cambiar las estructuras vigentes, a Sobral lo guió un espíritu reformista dotado de un sólido idealismo moral. En este sentido, consideró que a través de la educación debía instaurarse una nueva sociedad.

Sobral, en definitiva, observó en la Biblioteca Rivadavia, las posibilidades de optimizar la potencialidad liberadora del libro y desarrollar una acción sistemática en educación.

Consecuente con su ideario y apoyado de muchos otros que interpretaron su mirada proyectiva, en la BBR  se suceden distintas creaciones que responden a los desafíos de cada tiempo, siempre en conjunción con el desarrollo de la comunidad pero con espíritu de anticipación permanente. Así surgen:

El Jardín de Infantes “Antonio Sobral” (1960), la Escuela Normal Víctor Mercante con sus niveles Primario (1937) y Superior (cursos del profesorado en 1959) junto a  el Instituto Bernardino Rivadavia (1930),  el Centro Universitario “Doctor Antonio Sobral” (1997), la Escuela de Música Popular (1998) y la Escuela de Voleibol (1998), que resultan como claras expresiones de la intención como Biblioteca Popular por contribuir con el bagaje cultural de Villa María y la Región.

Muchas personas de bien, cada uno con su estilo, continuaron con la gran obra. La Biblioteca con sus diversas actividades, amplió el espectro cultural local. Hizo trascender a Villa María por su obra pedagógica, sus principios anticipatorios, los logros de sus establecimientos educativos y por la rica y variada tarea cultural.

En la actualidad, la tarea continúa y se sigue abonando y enriqueciendo, manteniendo vivos los principios fundacionales y los objetivos trazados por todos y cada uno de los que aportaron su tiempo vital a esta institución centenaria.

A 117 años de la acción visionaria que transformó sueños en realidad, la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, sigue ampliando sus horizontes y metas con la construcción de nuevos espacios pedagógicos y el estrechamiento de los vínculos con entidades culturales de la ciudad y región.